"¿Oyes al pueblo cantar?"
Es la pregunta que vienen contestando afirmativamente las miles de personas que disfrutan de este musical desde 1980.
Basada en la novela del mismo nombre de Victor Hugo, cuenta la historia del convicto en libertad condicional Jean Valjean quien, al no encontrar trabajo honesto por culpa del papel que lo acredita como ex convicto, cambia su identidad para volver a vivir su vida; del inspector de policía Javert, que se obsesiona con encontrar a Valjean; de Fantine, la madre soltera de Cosette, que es forzada a convertirse en prostituta para mantener a su hija; de Marius, un estudiante francés que se enamora de la hija adoptada de Valjean, Cosette; Eponine, la joven hija de los Thénardiers que se enamora de Marius; los Thénardiers, que son dueños de una posada y explotan a sus clientes, y Enjolras y los otros estudiantes, que trabajan en la liberación de la oprimida clase baja de Francia.
Esta versión cinematográfica es dirigida por Tom Hopper que contaba a su favor con la insuperable música y el triste pero esperanzador relato.
Con esto a su favor, debía acertar en dos cosas, la forma de llevarlo a la pantalla grande y la elección de los actores.
La primera puede entrar en el terreno de las apreciaciones personales, a mi me encantó, como hubo gente que se levantó y se fue del cine. En cuanto a los protagonistas, acertó en la mayoría.
Los planos cortos, en especial durante las canciones más íntimas y emotivas, transmiten desde el sufrimiento al amor, de la miseria a la libertad. Sentimientos que los actores logran contagiar al público desde interpretaciones en vivo, ya que el director optó por no pregrabar las voces.
"Y el mundo era una canción"
Los protagonistas están impecables, me atrevería a decir que es la actuación de sus vidas en el caso de Hugh Jackman(Jean Valjean) y de Anne Hathaway (Fantine). Ambos roles están cargados de dramatismo y les permiten no sólo mostrar que son buenos actores sino también, su gran trabajo vocal.
Los secundarios no desentonan, tanto Amanda Seyfried (Cosette) como Samantha Barks (Eponine), se desenvuelven muy bien como la señorita cándida y virginal y la enamorada no correspondida, mostrando muy lindas voces, en especial la de Seyfried que ya viene de hacer Mamma Mia. El que me sorprendió por su voz fue Eddie Redmayne (Marius), a quien vi en un par de series y películas, pero que ignoraba que podía cantar decentemente. La excepción, al menos para mi, ha sido Russell Crowe, quien interpreta a Javert con cara de necesitar laxante y con una voz forzada. Si alguien sale en su defensa, le recomiendo una visita urgente con su otorrinolaringólogo.
"Es la música de un pueblo que está subiendo a la luz"
La fotografía, vestuario y ambientación es muy teatral siendo elementos que ayudan a desarrollar esta ópera moderna.
Totalmente prohibida para quienes no disfrutan de musicales. Son unas dos horas y medias de canciones, sin mayores diálogos.
Una historia de amor, de reconciliación, de superación, de redención, que supera la barrera del tiempo y que deja, para la historia del cine, momentos imborrables como las versiones de "I dreamed a dream", "¿Do You Hear the People Sing?" , "One more day" y "On my own".
Momentos que ponen a prueba la calidad del rimmel a prueba de agua y la absorción de los pañuelos descartables.