domingo, 1 de diciembre de 2013

En llamas

En llamas quedé cuando terminó la película sabiendo que hay que esperar un año más para ver la mitad de Sinsajo.
Sí, claro que sabía que no terminaba pero, tal como me pasó con el libro, entro en un estado de frenesí que necesito ver las películas, tal como necesité terminar los libros en tiempo record.

Está segunda parte de la distopía de Los juegos del hambre, debo decir que está muy bien realizada. Se nota el mayor presupuesto en la realización y los actores están, en su mayoría, impecables en sus roles.

Katniss Everdeen debería ser argentina y jugar en la selección nacional! Me encanta este personaje! Tiene una fuerza interior, una madurez para enfrentar lo que nadie quiere, que no hay mujer que no la envidie.
Es que no es la simple historia de amor teen, es una crítica a un sistema totalitario, con un circo romano en vivo y directo, como un Gran Hermano morboso y sangriento. No es una heroína, se resiste a ser símbolo de una revolución, pero no puede evitarlo, al fin y al cabo "recuerda quien es el enemigo".

Como pienso que Kristen Stewart es de las actrices menos versátiles que existen en la tierra, admiro a Jennifer Lawrence que es exquisita, en belleza, simpleza y actitud. No por algo tiene 23 años, dos nominaciones y un Oscarcito en la repisa.

En esta segunda parte, el presidente Snow (Donald "papá de Kieffer" Sutherland), se ensaña con la pobre Katniss, ya que su ardid para ganar junto a Peeta la última edición de Los juegos del hambre, ha provocado tumultos en los estados de la frágil Panem. A pesar de los pobres esfuerzos por parte de ella para colaborar, la mecha está encendida y todo está a punto de estallar en llamas.

Así que la solución de un gobierno dictatorial es simple, someter al miedo a los rebeldes, entretener a la masa (o desaparecidos y torturados mientras se jugaba el Mundial 78). Y así, Katniss, Peeta y otros vasallos que han ganado otras ediciones, se ven nombrados tributos nuevamente para una edición especial.

Nuevos personajes, otros ya conocidos pero que evolucionan, como Haymitch (Woody Harrelson), en su rol de guía y algo más, la misma Effie (Elizabeth Banks), que demuestra tener sentimientos humanos más allá de sus excéntricos trajes y el magnifico Philip Seymour Hoffman, con un papel detestable que el que no leyó los libros, debe seguirlo.

Acción garantizada, buenas actuaciones, reflexión (para aquellos que tenemos la edad para hacer más que esperar que se besen), es una excelente película, de lo mejorcito que vi en el año.

A mi criterio:
Lo mejor: la actuación de Lawrence, Johanna Mason (Jena Malone), que sus pocos momentos está más crazy que yo en mi SPM y el personaje de Finnick (Sam Claflin) que está para comérselo con pan y manteca.
Lo peor: sigue pareciéndome muy poco actor Josh Hutcherson (y no lo digo por su altura), que queda fagocitado por la gran Jenny.