martes, 19 de octubre de 2010
El pergamino de la seducción
"La reina Juana de Castilla, hija y madre de reyes, es el personaje más carismático y fascinante de un período crucial de la historia de España. Hermosa, inteligente, segura y poderosa, se rebeló contra la represión y los abusos, y luchó sin descanso por ser fiel a sí misma. En 1509, con veintinueve años, fue declarada loca y encerrada en Tordesillas, donde permaneció hasta su muerte en 1555.
Cuatro siglos más tarde, a través de Lucía, una joven de asombroso parecido con la Reina Juana de Castilla, un historiador busca resolver el enigma de quien fuera más conocida como Juana la Loca. ¿Enloqueció de amor, como cuenta la historia oficial, o fue víctima de traiciones y luchas por el poder? Seducida por la pasión de la palabra, Lucía se adentra en un pasado que alterará su presente para siempre. En esta novela, histórica y contemporánea, Juana de Castilla regresa para contar su propia versión de los hechos."
La novela de la escritora nicaragüense, Gioconda Belli, narra dos historias paralelas, por un lado tenemos a Lucía, una joven centroamericana internada en un convento madrileño. Por medio de ella y Manuel, un cuarentón con el que termina involucrada, conoceremos la vida de la Reina Juana, conocida injustamente con el sobrenombre de "la loca".
Todos hemos conocido las historias que rondan en torno a este personaje histórico, con esta novela, la autora intenta hacer justicia y demostrar que la presunta locura no era más que el intento de rebelarse contra las imposiciones que debía soportar por ser mujer.
Lucía se "meterá" en la piel de Juana cada fin de semana que sale de su encierro con la ayuda de Manuel, un profesor de historia obsesionado con este personaje histórico y, sus historias se irán mezclando mientras intentan descifrar la compleja personalidad de la reina y los secretos que escondió su vida.
Cargada de drama o de vida, las dos cosas van unidas, es fácil de leer y nos seduce como el pergamino de su título. Nos hace vivir entre los años 70 de Madrid y la España del siglo XVI. Nos hace tomar partido, estaba loca o sólo fue manipulación de los que la rodearon para quedarse con el poder?
Gioconda Belli es poeta y se nota en el lenguaje del libro, cargado de un sutil erotismo y una gran fuerza. Por momentos narra Juana y por otros un tercero, siendo las partes de Juana las que más me gustaron, lo que tal vez haya sido un defecto, porque los protagonistas quedan eclipsados ante la figura de esta reina española. Un libro ideal para las personas que les gusta la novela histórica bien narrada.
domingo, 3 de octubre de 2010
Siguiendo con el cuatro
Sin proponerlo, el número cuatro también está presente en esta entrada.
Esta vez, en cuatro películas dramáticas de época.
Ágora, una historia del siglo IV en una Alejandría llena de conflictos culturales y religiosos. En medio de turbas y saqueos, donde la fe se enfrenta con la razón, conocemos la historia de Hipatia (Rachel Weiz), una mujer filósofa, matemática y astrónoma que fue miembro de la Escuela Neoplatónica.
Poco conocía de éste personaje tan interesante que le tocó vivir en un período peligroso para una mujer culta, admirada y que no se sometía a la religión impuesta.
Se le ha criticado al director español (chileno de nacimiento), Alejandro Amenábar, de proyectar en la película su cruzada anticatólica. Me parece una ridiculez, los católicos (practicantes o no), debemos reconocer que dentro de la historia de nuestra religión, se han cometido actos atroces en nombre de la fe. Que señalen uno de ellos en una película, debería servirnos como ejemplo de lo que no hay que permitir que suceda.
Lo que no me gustó, el poco seguimiento a los personajes que, por momentos, se diluyen en la historia.
Lo bueno, la actuación de Rachel Weiz, los detalles de la cinematografía y la música de Darío Marinelli (por ahora no lo he "escuchado" repetirse).
Del siglo IV me fui a la Belle Époque parisina, en Chéri, una cortesana madura (la siempre bella, Michelle Pfeiffer), comienza un romance con el hijo de una colega (Rupert Friend).
Más de 20 años después de Dangerous Liaisons, el director, Stephen Frears, se reúne con una Pfeiffer cincuentona, que sigue transmitiendo belleza y sensualidad y a la que le creemos, totalmente, que pueda seducir a un veinteañero.
Sin embargo, entre los dos protagonistas no hay química, Rupert Friend (no les recuerda a Orlando Bloom?), que me gustó mucho como el príncipe Alberto, no me convence nada como Chéri. No lo encuentro seductor, ni encantador, ni entiendo porqué dos mujeres puedan llegar a competir por su amor.
La película detalla la vida en la alta sociedad de la época y tiene momentos dramáticos, pero queda a medio camino y se sostiene por la actuación de Michelle Pfeiffer. Tanto la maravillosa Kate Bates, como la joven Felicity Jones, se sienten desaprovechadas por el guión.
Los rubros de ambientación y vestuario, sencillamente impecables.
En 1937, la aviadora, Amelia Earhart, desapareció con su copiloto sobre el Pacífico.
Una mujer adelantada a su época y con una muerte rodeada de misterio, es una biografía ideal para Hollywood...si el guión y las actuaciones acompañaran.
Si tengo que definir esta película en una palabra sería "aburrida". Un elenco de famosos como Hilary Swank, Richard Gere y Ewan McGregor, no salvan un guión malo con diálogos densos y hasta ridículos.
Amelia es una excelente adaptación de la época, pero no es suficiente para ver una película sosa, edulcorada y sin alma.
De la década del 30, me fui a la del 60 con la primer película del diseñador Tom Ford.
A single man , es una obra con buen gusto. Transcurre en un día decisivo en la vida de George (Colin Firth), un profesor homosexual que no logra superar la muerte de su pareja.
En medio de una prolijidad extrema que parece salida de un comercial, vemos el esfuerzo que es vivir para el aparentemente perfecto George.
El solitario profesor ha decidido que no puede seguir viviendo con tanto dolor, y se prepara para vivir y disfrutar de cosas simples en el que será su último día.
George se despedirá de su amiga (una excelente Julianne Moore) y descubrirá, en el momento menos pensado, que su capacidad de conectarse con otro ser humano está aún intacta.
Estoy lejos de ser una fanática de Colin Firht, pero su papel ronda en lo perfecto. Elegante, sin caer en estereotipos, expresa una gama de sentimientos de manera simple y realista.
Mención aparte para el comienzo y el final, una película íntima, una ópera prima prometedora. No es una historia sobre homosexualidad, es sobre el amor, la pérdida y el dolor de un ser humano.
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