En el bicentenario del nacimiento de Charles Dickens, me apunté al reto
de leer tres de sus novelas, propuesta encabezada por Carmen.
Digamos que tenía muchas ganas de leer esos eternos pendientes que
acumulo en los estantes, así que fue más fácil de lo pensado.
Mi primer libro, fue La Pequeña
Dorrit (Little Dorrit), una novela no tan famosa del autor, pero que,
gracias a la BBC, se hizo conocer por el mundo con su adaptación del 2008.
Como muchas de sus historias, fue publicada en entregas mensuales con
ilustraciones. Hasta no hace mucho
tiempo, era una novela que no se conseguía traducida al castellano, lo que era
verdaderamente frustrante.
Mi edición, española, viene con las ilustraciones aunque lamento que
tenga los nombres traducidos, algo a lo que no me puedo acostumbrar (no sé cómo será la nueva edición de Alba Clásicos)
La vida de Dickens fue muy dura, su padre vivía de deuda en deuda, por
lo que terminó en la cárcel de Marshalsea, una prisión para deudores, los
cuales no podían trabajar para saldar sus deudas y se convertía en un círculo
vicioso.
La historia de La pequeña Dorrit, está relacionada con la vida dentro de
esta prisión (estilo ghetto), con la hipocresía de la sociedad victoriana, con
una crítica profunda sobre la burocracia e incompetencia del gobierno, con una
simple y hermosa historia de amor.
Me disculpo de antemano por los posibles spoilers, pero me ha sido
difícil contenerme en el relato de un libro que me ha gustado tanto y que es
complicado de resumir por su alrededor de 1000 páginas.
William Dorrit es un caballero que terminó encarcelado luego de quebrar
su negocio. Lleva tantos años allí que se ha convertido en una “celebridad”,
una especie de padre o padrino del lugar. Tiene tres hijos, dos de los cuales
viven y trabajan fuera de la cárcel y que son desagradecidos y vividores. Amy,
su hija menor, es la única que permanece con él, a su cuidado, escondiéndole
que trabaja para mantenerlo. Sin quererlo, ella también es famosa, por haber
nacido dentro de la prisión.
Por otro lado, nos encontramos con la historia de Arthur Clennam, un
hombre que ronda los 40 años y que vuelve a Londres cuando muere su padre, después
de vivir 20 años en el extranjero. Fue enviado para alejarlo de un amor
adolescente, por una madre malvada y cruel, la cual siempre lo ha despreciado.
Al visitar su vieja casa, se encuentra con la fría mujer, que vive
encerrada en su habitación en silla de ruedas, atendida por dos criados. Arthur
nota a Amy, la joven que realiza labores de bordados para su madre y le llama
la atención la forma amable con que es tratada. La intriga lo lleva a enterarse
de la triste historia de la joven y surge el deseo de ayudarla, sintiendo que,
tal vez, su familia tenga parte que ver con su sufrimiento.
En medio de todo, aparecerán los típicos personajes que distinguen a Dickens,
un malvado de la peor calaña, personajes sin escrúpulos ni vergüenza, pero
también amigos incondicionales y simpáticos, algunos muy graciosos, dispuestos
a ayudar como les sea posible y a darle el toque humorístico.
Amy se enamora de Arthur casi al instante y suele sentir pena por la
triste situación en la que su familia suele ponerla. Aunque tiene un candidato
que la ama, ella tiene su corazón entregado a Mr Clennam, que sólo la ve como a
una “hermanita”, por lo que la llama “Pequeña Dorrit”.
Gracias a su investigación, la familia Dorrit descubre que es rica y su
padre es liberado. Una vez salido de la cárcel, el carácter de este señor toma
un giro para mal, en otras palabras, “los humos se le suben a la cabeza” y
desecha todo contacto que le recuerde los años de prisión. Quiere convertirse
en caballero de sociedad y a sus hijos en personas “educadas”, por lo que se
van al extranjero con una institutriz.
Amy sufre, no se acostumbra a esta vida hipócrita y superficial, extraña
a su viejo padre y el sentirse útil. Además de tener prohibido contactarse con
Arthur.
No mucho tiempo después, un negociante de moda, lleva a la ruina a
muchos empresarios de Londres, entre ellos a los Dorrit y a Arthur, que termina
en la misma habitación de la cárcel a la que iba a visitar a la familia de Amy.
Allí enferma y Amy, que ha vuelto a Londres después de la muerte de su
padre, lo cuida y se encarga de él. Mientras tanto, el malvado Rigaud, descubre
el secreto que esconde la madre de Arthur y la chantajea con revelarlo.
Como en la mayoría de las historias de Dickens, tanto drama, tiene su recompensa
con un final feliz. Arthur es salvado de sus deudas por su socio, que vuelve
rico del extranjero, y también se da cuenta que está enamorado de su pequeña
Dorrit.
La versión de la BBC, una miniserie excelente, con Matthew Macfadyen
como Arthur y Claire Foy, como Amy, tiene grandes actores y es una adaptación
hermosa. Pero hay pequeñas diferencias. Por ejemplo, el secreto guardado por
Mrs Clenamm, revelado antes de morir a Amy, es escondido a Arthur para no
herirlo. Mientras que en la serie, él se entera.
Sobre el final del libro, que termina de una manera hermosa y romántica,
el día que dejan la cárcel para casarse, conversan antes de partir para
casarse.
-Amor mío-dijo
Arthur-¿Por qué enciende Marga el fuego? Nos vamos a marchar enseguida.
-Yo se lo he pedido.
Ha sido un capricho raro. Es que quiero que tú eches al fuego una cosa.
-¿Qué?
-Nada más que este
papel doblado. Con que lo eches al fuego con tus mismas manos, tal como está el
papel, quedará satisfecho mi capricho.
-¿Eres supersticiosa,
mi encantadora Pequeña Dorrit? ¿Es acaso un encantamiento?
-Es lo que tú
quieras, corazón- le contestó ella, echándose a reír con los ojos llenos de
brillo y alzándose de puntillas para besarle-, con tal que me mimes cuando esté
ardiendo el fuego.
(…)
-¿Está ya bien
encendido?- dijo Arthur.
-Ya está
perfectamente encendido ahora- dijo la Pequeña Dorrit.
-¿Contiene este
encantamiento alguna palabra que sea preciso pronunciar?- preguntó Arthur en el
momento que en que mantenía el papel encima de la llama.
-Puedes decir, si
ello no te importa, ¡te amo!- contestó la
Pequeña Dorrit.
Él lo dijo y el
documento quedó reducido a cenizas.
Si quieren saber qué contenía el documento, es mejor que lean este
atrapante y hermoso libro.