Cuentos que no son cuento

Soy una mujer de novelas. Las hay de poesía, de prosa, de cuentos o relatos cortos. Yo prefiero una buena novela, pero de vez en cuando hay que cambiar un poco y, este verano, me dediqué a dos libros de cuentos muy distintos entre si.


Cuentos de amor victorianos, es una selección de historias de amor de distintos autores de la época victoriana.
Los 22 autores de la antología, están ordenados por fecha de nacimiento, entre los que se encuentran grandes escritores. "Se inicia con un cuento de Mary Shelley, la conocida autora de Frankenstein, a fin de enlazar el romanticismo y la novela gótica con la literatura victoriana."

"El período victoriano, con su afán por lo verdadero y razonable, la preocupación por la decencia y la aceptación de la autoridad y la ortodoxia, produjo una desmesurada literatura y el máximo esplendor de la novela inglesa. Pero al mismo tiempo, gracias al abaratamiento de las técnicas de impresión y al acceso de la clase media a la lectura, la profusión de periódicos y revistas, que necesitaban incluir narraciones breves para llenar sus páginas, impulsó el género del cuento, que alcanzó entonces un florecimiento extraordinario. El amor, en cuanto sentimiento de complejas implicaciones, habría de tener una conflictiva relevancia en una sociedad firmemente volcada al utilitarismo, como ya reflejaban las grandes novelas de pasión y tácticas de rentabilidad de Jane Austen. Cuentos de amor victorianos recoge una amplia, sorprendente y magnífica selección de historias de amor, preparada y traducida por Marta Salís, que cubre todo el espectro de un sentimiento tan arraigado en el corazón como determinante para la confrontación de diferentes estamentos sociales. Desde ángulos y tratamientos muy diversos, veintidós autores -de Mary Shelley a D. H. Lawrence, pasando por Dickens, Stevenson, Conrad o Kipling, además de algunos infelizmente inéditos en nuestra lengua- proporcionan un riquísimo panorama de los padecimientos y de los intrincados laberintos del deseo amoroso, esa experiencia insólita y común, todavía hoy de incalculables
consecuencias."

Algunas historias me gustaron más que otras. Por fin se hace justicia (Elizabeth Gaskell), El auxiliar de la parroquia (Charles Dickens), La cueva de Malacha (Anthony Trollope), ¿Quién mató a Zebedee? (Wilkie Collins), Amy Foster (Joseph Conrad), Un día único (Henry James), fueron mis historias favoritas. Gracias a la lectura de Amy Foster, descubrí que la película El hombre que vino del mar, está basada en este cuento.
Leí el libro de a poco, un cuento por vez, pero al llegar a Dickens, una frase cargada de ironía me quedó grabada.
"Pero el amor es ciego, y Nathaniel era bizco; y es posible que la suma de esas dos circunstancias le impidiese ver las cosas como son."


Para no empalagarme con tantos amores, intercalé la lectura con Cuentos desde el Reino Peligroso, de J.R.R. Tolkien.

Quien me conoce, sabe de mi tendencia friki en torno a este autor. No por nada, tengo un póster gigante de Aragorn en mi dormitorio, o uso a la princesa Arwen como foto de perfil.

"Cuentos desde el Reino Peligroso reúne en un único volumen cinco relatos de fantasía y aventuras escritos por J.R.R. Tolkien e ilustrados por Alan Lee. Estos trabajos breves reafirman el lugar de Tolkien como contador de historias para lectores de todas las edades."

La primer narración es Roverandom, la historia de un cachorrito es que convertido en juguete por un brujo y sus aventuras para volver a la normalidad. Es un cuento ideal para leerle a un niño, y Tolkien lo escribió para consolar a su pequeño hijo cuando perdió su juguete preferido en una playa.

La segunda historia es la de Egidio, el granjero de Ham, un hombre común que le hará frente a un dragón, por una combinación de destino y casualidad. Tiene los ingredientes de los cuentos clásicos y se dice que también lo escribió para entretener a sus hijos.
El tercer relato es Las aventuras de Tom Bombadill y otros poemas del libro rojo. Quien leyó El Señor de los Anillos, ya conoce a este personaje que aparece en La Comunidad del Anillo, pero que se eliminó de la película. Narra algunas de sus aventuras en unas hermosas rimas.
El cuarto cuento es El herrero de Wooton Mayor, una historia llena de fantasía, sobre ser una mejor persona y transmitir los conocimientos que hemos adquirido.
El último relato, Hoja de Niggle, es una historia que le vino en sueños. Es sobre el no postergar las cosas y describe de alguna manera el Purgatorio.

Historias llenas de magia para chicos y no tan chicos.