miércoles, 20 de marzo de 2013

Los Miserables

"¿Oyes al pueblo cantar?"

Es la pregunta que vienen contestando afirmativamente las miles de personas que disfrutan de este musical desde 1980.
Basada en la novela del mismo nombre de Victor Hugo, cuenta la historia del convicto en libertad condicional Jean Valjean quien, al no encontrar trabajo honesto por culpa del papel que lo acredita como ex convicto, cambia su identidad para volver a vivir su vida; del inspector de policía Javert, que se obsesiona con encontrar a Valjean; de Fantine, la madre soltera de Cosette, que es forzada a convertirse en prostituta para mantener a su hija; de Marius, un estudiante francés que se enamora de la hija adoptada de Valjean, Cosette; Eponine, la joven hija de los Thénardiers que se enamora de Marius; los Thénardiers, que son dueños de una posada y explotan a sus clientes, y Enjolras y los otros estudiantes, que trabajan en la liberación de la oprimida clase baja de Francia.

Esta versión cinematográfica es dirigida por Tom Hopper que contaba a su favor  con la insuperable música y el triste pero esperanzador relato.
Con esto a su favor, debía acertar en dos cosas, la forma de llevarlo a la pantalla grande y la elección de los actores.
La primera puede entrar en el terreno de las apreciaciones personales, a mi me encantó, como hubo gente que se levantó y se fue del cine. En cuanto a los protagonistas,  acertó en la mayoría.
Los planos cortos, en especial durante las canciones más íntimas y emotivas, transmiten desde el sufrimiento al amor, de la miseria a la libertad. Sentimientos que los actores logran contagiar al público desde interpretaciones en vivo, ya que el director optó por no pregrabar las voces.

"Y el mundo era una canción"

Los protagonistas están impecables, me atrevería a decir que es la actuación de sus vidas en el caso de Hugh Jackman(Jean Valjean) y de Anne Hathaway (Fantine). Ambos roles están cargados de dramatismo y les permiten no sólo mostrar que son buenos actores sino también, su gran trabajo vocal.

Los secundarios no desentonan, tanto Amanda Seyfried (Cosette) como Samantha Barks (Eponine), se desenvuelven muy bien como la señorita cándida y virginal  y la enamorada no correspondida, mostrando muy lindas voces, en especial la de Seyfried que ya viene de hacer Mamma Mia. El que me sorprendió por su voz fue Eddie Redmayne (Marius), a quien vi en un par de series y películas, pero que ignoraba que podía cantar decentemente. La excepción, al menos para mi, ha sido Russell Crowe, quien interpreta a Javert con cara de necesitar laxante y con una voz forzada. Si alguien sale en su defensa, le recomiendo una visita urgente con su otorrinolaringólogo.

"Es la música de un pueblo que está subiendo a la luz"

La fotografía, vestuario y ambientación es muy teatral siendo elementos que ayudan a desarrollar esta ópera moderna.

Totalmente prohibida para quienes no disfrutan de musicales. Son unas dos horas y medias de canciones, sin mayores diálogos.

Una historia de amor, de reconciliación, de superación, de redención, que supera la barrera del tiempo y que deja, para la historia del cine, momentos imborrables como las versiones de "I dreamed a dream", "¿Do You Hear the People Sing?"  , "One more day" y "On my own". 
Momentos que ponen a prueba la calidad del rimmel a prueba de agua y la absorción de los pañuelos descartables.

domingo, 3 de marzo de 2013

Las alas de la paloma


"A principios del siglo XX, la hija de un pobre viudo drogadicto es acogida por su millonaria tía. Se apasiona por un periodista plebeyo de segunda fila, que no es de su clase. De modo que urde una trama para que él enamore a una joven rica y mortalmente enferma: si logra su fortuna, podrán casarse en el futuro."

Las alas de la paloma es una novela de Henry James. Como en la mayoría de sus novelas, los personajes son aparentemente simples, pero profundamente complicados psicológicamente.

Creo que las preguntas principales que nos plantea el libro son: ¿qué harías por amor? ¿Cuáles son los límites morales que quebrarías? ¿Qué sacrificios estarías dispuesto a cometer?

Milly Theale es una joven norteamericana muy rica y sin familia que viaja a Europa a intentar vivir plenamente lo poco que le queda de vida. En lugar de lamentarse por su suerte, desea poder experimentar su humanidad antes que se la arrebate la muerte.

Allí conoce a Kate Croy, una mujer hermosa que vive de la “caridad” de una tía rica quién tiene poder de decisión en los actos importantes de su vida, entre ellos, el de conseguirle el mejor partido amoroso. Así que, aunque Kate está enamorada de Merton Densher, un pobre periodista, esconden su amorío por la falta de aprobación y la negación de Kate de vivir sin dinero.

Al hacerse amiga de Milly, pronto se producirá un triángulo amoroso entre los tres jóvenes, incitado y promovido por Kate, que pretende que su novio seduzca a la muchacha norteamericana y así poder quedarse con su fortuna cuando muera.

En la sutileza de Henry James, la pureza de Milly se contrapone al amor contaminado de Kate. En el medio, Merton, que se deja arrastrar por su amor para terminar asqueado por los actos cometidos y el conocimiento de la candidez y la sinceridad de Milly. Como en El retrato de una dama, nuevamente la “inocencia” norteamericana es corrumpida por la decadencia europea.

Todo bajo el telón de fondo de Londres y Venecia, casi otros personajes de la novela. En esta última, donde las alas de las paloma se extenderán y opacarán, sin protagonismo, la belleza deslumbrante de Kate.

Definitivamente, la respuesta a las preguntas inciales, la tiene el personaje de Kate en el final del libro, cuando  ante el resultado de los actos cometidos en nombre del amor, todo el peso de la corrupción le cae encima.

-Nunca más seremos como éramos.

En 1997 se realizó una versión de la novela e interpretada por Helena Bonham Carter (Kate), Linus Roache (Merton) y Alison Elliot (Milly).
Impecable en los aspectos de vestuario, ambientación, localizaciones, fotografía y en la actuación de Bonham Carter, impecable en su rol de lobo disfrazado de oveja, le falta mayor profundización en la complejidad de los personajes. Me queda la sensación que me hubiese gustado ver este libro en manos de James Ivory.

Esta fue una de mis seis novelas escogidas durante el 2012 como parte del reto de leer clásicos.