Adiós 2009

Cuando iba comenzar a escribir mi saludo de comienzo de año, me di cuenta (un poco tarde), que no sólo se acaba un año, sino que también comienza una nueva década.
Me puso triste y alegre al mismo tiempo. Triste porque me parece que fue ayer que yo comenzaba el año 2000 llena de proyectos y esperanzas. Es increíble darse cuenta que pasaron 10 años casi en un abrir y cerrar de ojos. Esta década fue muy dura para mí, no porque mis sueños no se hayan hecho realidad, sino porque la vida me puso pruebas muy duras en el camino y no puedo dejar de pensar en las personas que se han ido y en cuánto las extraño.
Pero como intento ver el vaso medio lleno, la parte alegre es que comienza un nuevo año y el futuro se ve lleno de esperanzas renovadas.
Así que mi deseo para todos es que el 2010 llegue lleno de sueños a cumplir, de metas a alcanzar y nos encuentre rodeados de las personas que más queremos.
¡Feliz año!

La Señora Dalloway

“La Señora Dalloway relata un día corriente en la vida londinense de Clarissa Dalloway, una desvaída dama de alcurnia casada con un diputado conservador y madre de una adolescente. La historia comienza una soleada mañana de junio de 1923, con un paseo de Clarissa por el centro de la ciudad, y termina esa misma noche, cuando están comenzando a retirarse de casa de los Dalloway los invitados de una fiesta. Aunque en el curso del día sucede un hecho trágico –el suicidio de un joven que volvió de la guerra con la mente descompaginada- lo notable de la historia no es ese episodio, ni la mirada de pequeños sucesos y recuerdos que la componen, sino que toda ella esté narrada desde la mente de los personajes, esa sutil e impalpable realidad donde lo vivido se vuelve idea, goce, sufrimiento, memoria.”*1

Con este párrafo comienza, Mario Vargas Llosa, el prólogo de La Señora Dalloway, novela de Virginia Woolf publicada en 1925.
La novela sigue dos tramas, la de la Clarissa Dalloway, la perfecta anfitriona, esposa de un miembro del parlamento y también la de Septimus Warren Smith, un joven que regresó de la Primera Guerra Mundial tan dañado que terminará suicidándose.
La originalidad del relato es la forma en que está narrado, a través de pensamientos, recuerdos e impresiones de los personajes. La realidad no llega al lector en forma directa, sino filtrada por la visión subjetiva de los personajes.

“Se trata de un narrador excepcionalmente discreto y traslaticio, que evita hacerse notar y que está saltando con frecuencia –pero, siempre, tomando las mayores precauciones para no delatarse- de una a otra intimidad. Cuando existe, la distancia entre el narrador y el personaje es mínima y constantemente desaparece porque aquel se esfuma para que este lo reemplace: la narración se vuelve entonces monólogo. Estas mudanzas ocurren a cada paso, a veces varias en una misma página, y, pese a ello, apenas lo advertimos, gracias a la maestría con el que el narrador lleva a cabo sus transformaciones, desapariciones y resurrecciones.” *2

Este ha sido mi segundo acercamiento literario a Virginia Woolf, el primero fue Orlando hace muchísimos años, cuando era una adolescente. Ha sido una gran experiencia leer esta novela, tan diferente a aquella que leí por primera vez.

Las Horas es una novela escrita por Michael Cunningham ganadora del premio Pulitzer. En él relata la vida de tres mujeres de distintas generaciones, afectadas por la novela de Woolf.
En el 2002 se hizo una adaptación excelente, donde Nicole Kidman interpreta a Virginia Woolf en 1923, Julianne Moore a Laura Brown, una esposa perturbada en 1951 y Meril Streep a Clarissa Vaughan, una editora homosexual que cuida de su mejor amigo gay, quien sufre de SIDA.
Igual que en La Señora Dalloway, será un día en la vida de estas tres mujeres. Las tres conectadas por la novela, por sus miedos y por el tema del lesbianismo y su impacto social en las tres épocas distintas.
Una gran película, que despierta el interés en la triste y complicada vida de Virginia Woolf y en sus obras.


*1 y 2 Prólogo escrito por Mario Vargas Llosa para la edición de editorial Lumen de La Señora Dalloway, 1990.

Feliz Navidad

Al leer los diferentes blogs que sigo, no dejo de sorprenderme por la cantidad de cosas en común que tengo con algunos a pesar de provenir de lugares distantes y distintos, donde cada cultura celebra la Navidad de forma diferente.
En la región de Argentina en donde vivo, hace muchísimo calor para estas fechas, por lo que nos reunimos la noche del 24 a cenar con familia y amigos en algún patio, comer comidas más bien frías y tomar mucha cerveza de barril helada. A la medianoche, se brinda entre pirotecnia, para después seguir comiendo cosas dulces llena de calorías, costumbre de los abuelos que venían de las navidades frías europeas.
Así que mañana, a las doce de la noche, levantaré la copa y me acordaré por todas las maravillosas personas que he conocido en el blog.

Emma, la casamentera de Austen (versión 2009)

La BBC nos tiene acostumbrados a una gran calidad en sus realizaciones de los clásicos de la literatura inglesa.
Su último proyecto estrenado es Emma, basado en una de las novelas más ligeras de Jane Austen. Emma Woodhouse difiere de sus otras heroínas,es rica, hermosa, consentida y respetada. Su mayor problema es no tener problemas, por lo que la joven y vibrante Emma, se dedica a intentar armar y desarmar la vida de los que quiere.
La voz de su conciencia es Mr. Knightley, un caballero que la dobla en edad, vecino y amigo de la familia. Es él el único que le señala sus defectos y errores.
La nueva versión para TV está protagonizada por Romola Garai (Expiación, Daniel Deronda). En un primer momento no me gustó su designación para el rol, pero le aportó juventud y frescura al personaje, aunque tal vez abusó de expresiones y gestos aniñados.
Sir Michael Gambon es un gran actor e interpreta al hipocondríaco padre de Emma en forma impecable.
No puedo opinar favorablemente de Jonny Lee Miller en el papel de Mr. Knightley. Los personajes masculinos de Austen están muy arraigados en la mentalidad femenina, nos hemos enamorado de casi todos ellos, es un reto para un actor encarnarlos. Mr. Kinghtley es un caballero con gran presencia, de fuerte personalidad y protector, demasiados atributos para el soso de Jonny Lee Miller (perdón para sus fans, pero aún no logro entender qué le vio la Sra. Jollie para haberse casado con él).
Para males, el pobre Miller debe competir con el maravilloso Mr. Knightley de la película de 1996, interpretado por el perfecto Jeremy Northam.
En cuantos a los aspectos técnicos y artísticos son intachables. La música, el vestuario, las locaciones, le otorgaron una estética brillante y luminosa.
Jane Austen pensaba que Emma sería un personaje que sólo ella amaría. Afortunadamente estaba equivocada. Al conocerla, es imposible no querer a la caprichosa, pero también inocente, Emma.

Parejas de novela

Parece que Fernando tiene razón y no hay pareja que pueda competir con Elizabeth Bennet y Mr. Darcy de Orgullo y Prejuicio, quienes ganaron la encuesta por amplia mayoría. Parece que las primeras impresiones que cambian con el conocimiento de la persona, siguen actuales.

Un destacado segundo puesto lograron Margaret Hale y John Thornton, protagonistas de Norte y Sur, personajes que también deberán cambiar para poder terminar juntos.

El tercer puesto ha sido compartido entre la pareja formada por Anne Shirley y Gilbert Blythe y la de Jane Eyre y Mr. Rochester.
Los primeros nos lleva a principios del siglo XX a una isla de Canadá, donde el comparar el pelo con el color de una zanahoria provocará una enemistad entre ellos que sólo el tiempo y las circunstancias cambiarán.

Los segundos, nos llevan a Inglaterra, donde la sufrida Jane, entra de institutriz en Thornfield, hogar del mordaz Mr. Rochester, caballero que esconde un oscuro secreto.

Últimos quedaron Catherine Earnshaw y Heathcliff de Cumbres Borrascosas, pareja poco apreciada debido a lo tortuoso de su relación. Da la sensación que lo único que los separó fue el egoísmo.

Como podrán apreciar, para entrar en clima navideño, he puesto música tradicional de esta época del año (aunque en mi ciudad el clima esté lejos de darnos una "Blanca Navidad").
El año pasado, recomendé Love Actually como mi película para despertar el espíritu de la Navidad. No sé ustedes, pero a pesar que me encanta ver la ciudad cubierta de lucecitas, necesito de ayuda para superar mi personalidad de Scrooge.

Esta vez voy a recomendar Sleepless in Seattle (Sintonía de Amor), donde Tom Hanks le da vida a Sam, un arquitecto, viudo y con un hijo pequeño, que intenta superar la ausencia de su mujer mudándose a Seattle. Para ayudarlo, Jonah, su hijo, llama a un programa radial de autoayuda y miles de mujeres desean conocerlo.
Mientras tanto, en Baltimore, Annie (Meg Ryan), quien vive con su prometido, lo escucha y comienza a pensar en él.
Es una entretenida comedia romántica que rinde homenaje al clásico An affair to Remember (Algo para recordar). Comienza poco antes de la Navidad y finaliza el Día de San Valentín, así que me parece ideal para fomentar el espíritu de estas festividades. Para destacar, la banda de sonido y la escena donde los hombres relatan su versión romántica de Los Doce del Patíbulo.

Agnes Grey (Anne Brontë)

Agnes Grey fue la primera novela escrita por la menor de las hermanas Brontë.
Anne Brontë la escribió en 1847 y narra la historia de la hija de un pastor que ha llevado a su familia a la miseria por a una mala inversión. Agnes, la menor de las hijas, siempre protegida, decide ofrecerse como institutriz para mantenerse y ayudar a la economía familiar.
Posee grandes paralelismos con su propia vida. Ella también tenía un padre ministro, fue educada en casa y ejerció como institutriz a partir de los 19 años.
La primera parte del libro, nos relata las esperanzas en su nuevo trabajo, las dificultades que se le presentan y las desilusiones. Narrada en primera persona, describe la humillación a la que estaban expuestas las clases trabajadoras. Nos muestra de forma realista la hipocresía de la sociedad, la vida doméstica, la crudeza de la vida cotidiana. Los que somos docentes nos veremos reflejados en algunos pasajes donde ella lucha contra su frustación, al no ver resultados en sus pupilos ante su esfuerzo por educarlos.
La segunda parte del libro me pareció más fácil de leer, porque combina el relato de los problemas diarios con la ilusión de Agnes al sentirse enamorada. Lo maravilloso de la narración es que Agnes nos relata sus vivencias y sentimientos, haciendo que nos encariñemos con este personaje sincero, firme en sus creencias y de gran corazón, sufriendo con ella y siendo recompenzados con el bello final que Anne Brontë quiso otorgarle, tal vez, para compensar lo que ella nunca tuvo.
Anne murió de tuberculosis a los 27 años. Sus dos novelas (Agnes Grey y La inquilina de Whilfell Hall), son consideradas obras altamente descriptivas, con temáticas difíciles de abordar y bellamente narradas.
Está enterrada en el cementerio de Scarborough, un lugar al que ella amó, y cuyo nombre me recuerda una canción tradicional llamada Scarborough Fair (ir a lo que estoy escuchando).