
Quien guiándose por el título piense que se encuentra ante una tierna comedia, está realmente equivocado. Edith Wharton (1862-1937), fue una escritora nacida en Nueva York, pero que desarrolló gran parte de su vida en Europa. Escribió numerosas novelas, relatos y poemas. Su novela más famosa es la reconocida ganadora del Pulitzer, La Edad de la Inocencia (1920).
El que ha leído algo de ella, reconocerá el uso de la ironía y la fuerte crítica hacia la alta sociedad neoyorquina de principios del siglo XX.
La Casa de la Alegría (1905), relata la vida de Lily Bart, una joven criada y preparada para realizar un matrimonio beneficioso, basándose en su reconocida belleza y encantadores modales. Educada para ser un objeto digno de admirar y poseer, poco conoce de la economía y la pobreza hasta que su familia pierde la fortuna.
Al morir su padres, queda a merced de la caridad de su amargada tía y de la de sus amistades.
La historia se centrará en Lily, en sus anhelos y desventuras y, en sus relaciones con la alta sociedad de Nueva York, cínica, llena de secretos conocidos por todos y falsedades.
La joven Bart rechaza al verdadero amor para inclinarse por la comodidad de no sufrir privaciones, pero termina perdiendo ambas. Primero, el amor de Lawrence Selden y luego, sufre el rechazo de la sociedad a la cual deseaba pertenecer, guiados por los comentarios maliciosos de Bertha Dorset y de su prima, Grace Stepney (personajes totalmente detestables).
Abandonada por casi todos, termina formando parte de la clase obrera, dándose cuenta que, una muchacha criada para vivir de su belleza, poco puede hacer como trabajadora.
El triste final, trágico y con tintes de injusticia, nos deja con el sabor de la duda. Con un toque de su amigo Henry James, que suele dejarnos a sus lectores con la responsabilidad de interpretar las acciones de sus personajes.
"Cerró los ojos un instante y la ociosa rutina de la vida que había elegido se extendió ante ella como una larga carretera blanca sin curvas ni declives; era cierto que la recorrería en coche y no a pie, pero a veces el caminante saborea la diversión de un atajo cuyos placeres están vedados a quienes viajan sobre ruedas." La Casa de la Alegría, Edith Wharton. Edición de RBA.

En el 2000, el británico Terence Davis, realizó una muy buena adaptación con Gillian Anderson en el papel principal (la ex agente Scully). Una preciosa ambientación de comienzos del siglo y unas correctas interpretaciones, describen muy bien el cinismo y la superficialidad de ese círculo social.
Buena opción para los que prefieren ver la película antes que leer el libro.
El cuadro se llama Señora Lloyd de Sir Joshua Reynolds. Lily Bart la interpreta en un tableau vivant.