
Si, como dice el tango, veinte años no es nada, veintiuno no creo que sea mucha diferencia. Ese es el tiempo que transcurrió entre la aparición del videojuego y su actual adaptación al cine.
Jerry Bruckheimer se une otra vez a Disney (ya lo hizo para la saga de Piratas del Caribe), para realizar esta fantasía épica llamada El príncipe de Persia, las arenas del tiempo.
Dastan (Jake Gyllenhaal),es un huérfano criado en las calles que el destino o la casualidad hace que se cruce con el rey de Persia, quien ve en el niño cualidades de un gran hombre y decide adoptarlo.
Los años pasan y Dastan es el menor de los príncipes herederos. Una invasión injusta a una ciudad sagrada cambiará su vida y la de la princesa Tamina (Gemma Arterton). A pesar del "desagrado" inicial entre ellos, deberán ayudarse mutuamente para salvar el reino de Persia y la daga que puede liberar las Arenas del Tiempo y acabar con el mundo.
Es una película con mucha acción, aventura, misterio, romance, en otras palabras, entretenimiento puro. Al mejor estilo de las viejas películas de matiné.

Sin una actuación que se robe la película como la de Johnny Depp, en Piratas del Caribe, tiene varios factores en común con dicha saga y ya se habla de posibles continuaciones. Excelente ambientación, espectaculares locaciones y efectos especiales, buenos actores bajo la dirección de Mike Newell (el de Harry Potter y el Cáliz de Fuego). Un comentario aparte para la música (que se escucha como fondo de esta entrada), me encantó la canción que acompañó los títulos, I Remain por Alanis Morissette (soy la única a la que le suelen gustar las canciones de los créditos?).
Así que, si a pesar de tu edad, disfrutaste de las aventuras de Jack Sparrow y compañía, también disfrutarás de esta película que cambia los mares por la arena del desierto.